Siempre dentro del ámbito de la comedia y de la farsa los géneros en que puso su fe teatral desde el comienzo, Ruiz Iriarte desarrolló una intensa y exitosa carrera entre 1945 y 1975, coincidiendo casi exactamente con el desarrollo de la sociedad franquista, cuyas capas burguesas y en especial sus mujeres aparecen retratadas en su sensibilidad íntima de forma sugestiva y no siempre convencional. El lector se encuentra ante una gran comedia, maravillosamente dialogada, donde comparecen en poderosa síntesis el humor, la sátira social y una fantasía poética que, con el tiempo, se transforma en preocupación por las crisis existenciales del individuo contemporáneo.