Víctor Botas muestra en Rosa rosae un minucioso conocimiento de la época en que Cayo Damnatus, a partir de un modesto cargo político, llega a convertirse en uno de los más acaudalados comerciantes del Imperio, mientras aparecen en su entorno poetas, generales, sumos sacerdotes y vestales, todos ellos de carne y hueso, vivos ante el lector. Poeta, funcionario, vividor, ejecutivo sin escrúpulos y político corrupto, Cayo Damnatus es un personaje intemporal que nos envía su cínico mensaje desde convulsiones políticas y sociales curiosamente parecidas a las nuestras. Víctor Botas ha conseguido eludir la tentación del arcaísmo y emplea toda la frescura y la fuerza del lenguaje contemporáneo en pasajes dignos de Apuleyo o de Petronio.