Desde que era niño, Anderson sabía que era diferente del resto de su familia, tanto en el aspecto físico como en el carácter o intelectualmente. No se parecía en nada a su alcohólico y abusivo padre. Escapó de esta insoportable situación alistándose a los dieciséis años en los Marines. Una pregunta le obsesionaba desde siempre: ¿Este hombre es mi verdadero padre? una duda que sólo fue capaz de plantear a su madre cuando su padre murió. Su madre le confesó que durante la Segunda Guerra Mundial, cuando su padre luchaba en Europa, se había enamorado de un hombre judío. Ella le hizo prometer que no revelara su Secreto a nadie, mientras sus dos hermanos vivieran. WalterAnderson supo guardar el Secreto durante casi treinta y cuatro años. Hasta que un día se encuentra con su desconocido hermano, hijo biológico de su verdadero padre, quien vivió una vida llena de similitudes y paralelismos sorpren­dentes con la suya. Estaba escrito es una historia de amor, un viaje de descubrimientos y una provoca­tiva puesta en cuestión del papel de la herencia genética en la vida de cada uno. Las memorias de Anderson , escritas con pasión y profunda emoción, son sencillamente asombrosas.