Francia, año 1713. La viruela hace estragos en una sociedad inmersa en la ignorancia y la miseria, bajo el poder omnipresente del rey y la iglesia, que afirma que la epidemia es algo consentido por Dios. En las remotas landas bretonas, sin embargo, una pequeña población parece ser inmune a tan devastador azote. Qoëlet, un bretón cuyo destino irá indisolublemente unido a la región que le vió nacer y a una de las peores enfermedades que el hombre haya conocido jamás, hará de la lucha contra la viruela el objetivo de su vida. Apasionante e instructiva, sobrecogedora y auténtica, la historia de Qoëlet y la época en que le tocó vivir, su lucha tenaz e incansable contra una enfermedad que se resiste a afirmar como querida por Dios, atrae al lector como sólo una narración apasionante puede hacerlo.