Usted padece ELA ¿Qué es lo que sucede a partir de ese momento? ¿Qué a partir de ese instante terrible en el que el médico pronuncia esa terrible sentencia? ¿De esa losa que aplasta el ánimo y que cierra toda una vida? ¿Qué me espera a partir de ahora? ¿Qué de mis hijos, de mi mujer, de mi trabajo?? ¿Futuro? ¿Mi pasado?? Esas y otras preguntas son las que pasaron por la mente de Jesús en ese segundo cruel que cercenaba ilusiones, que quebraba sueños vestidos de proyectos; planes que ahora quedaban en nada?, o eso parecía al menos. Jesús era y es un gran médico. Anestesista dedicado a paliar el dolor de los más necesitados en su Unidad del Dolor: de los menesterosos, de los dolientes. Era un verdadero Ángel con bata blanca, siempre dispuesto, siempre con esa palabra de sosiego, ese gesto de humanidad, esa mano que apretaba la mano del enfermo y que escuchaba, que entendía que el remedio del dolor pasa por la esperanza, por esa frase de aliento sentado al borde de la cama, por el consuelo de sus familia, por una tierna mirada de seguridad ante la desesperación? Pero?, un buen día?, le tocó a él. Postrado en su sillón Jesús nos da una impresionante lección de cómo aferrarse a la vida, de cómo vivir y disfrutar una existencia plena y colmada de pequeños pero graves momentos: una charla, una sonrisa, una caricia de su hijo Jesusete, jugar a los click con su hija María, un beso de su mujer, una cena con sus hermanos? Es un Ángel blanco (ahora nos atiende desde su corazón ya sin su bata), que quiere compartir su camino y que escribe su historia para revelarnos su secreto: que por fin, tras toda una vida de estudio y trabajo, gracias a una enfermedad, ha encontrado sentido a su vida y ahora sí, ahora VIVE. Un segundo regate. Este libro es para sus hijos.