Ai Lijima es una adolescente que descubre el sexo con apenas catorce años. Cada vez menos interesada en los estudios y cansada de la intransigencia de sus padres, su única vía de escape son las discotecas y los karaokes de Tokio, que frecuenta hasta altas horas de la madrugada. La ira de su padre va creciendo hasta que un día, ofuscado, la golpea brutalmente, y Ai decide marcharse de casa. Así comienza su particular descenso a los infiernos: primero trabaja de camarera en un night club, más tarde entra en el mundo de la prostitución y finalmente inicia una espectacular carrera como actriz porno. Ai Lijima tiene ahora 28 años, y narra en este libro el descubrimiento del sexo y el negocio que éste genera con una voz valiente y sincera. Hace ocho que dejó el cine porno, y ahora es una estrella de la televisión. Sin embargo, su leyenda sigue viva a través de internet y de las fantasías de los asiáticos.