Shiro Kikutani, modesto profesor, apu帽al贸 a su mujer, mutil贸 a su amante e incendi贸 la casa donde se encontraban. Condenado a prisi贸n perpetua, Shiro no consigue arrepentirse de haber asesinado a Emiko, pues lo considera un crimen plenamente justificado. Tras diecis茅is a帽os de solitario confinamiento, se le concede libertad condicional y es arrojado a un mundo mecanizado e implacable, el nuestro.