Chomsky desarrolla en este libro su incisiva labor de denuncia del papel de las grandes potencias (en especial, Estados Unidos) como configuradoras de nuevos órdenes mundiales que enmascaran los intereses de sus clases privilegiadas. En este sentido, denuncia la contribución de los y las intelectuales y los medios de comunicación a la ocultación de las atrocidades llevadas a cabo con apoyo occidental en Timor Oriental, Palestina o América Latina. Incluye también dos capítulos muy esclarecedores sobre la relación entre lenguaje y ciencia desde la primera revolución científica hasta nuestros días.