Paz Alicia Garciadiego demuestra en este guión de cine, además de un evidente talento literario, una imaginación cinematográfica ejemplar. Esta doble condición hace apetecible la lectura de sus guiones, como si fuesen novelas y también los hace perfectamente filmables. Hasta cierto punto, el trabajo del director, el fotógrafo, el escenógrafo, el encargado de vestuario o el de sonido parece estar comprimido en la narrativa obsesiva que la caracteriza.