“La tragedia The Changeling es una tragedia eterna, tan permanente como Edipo o Antonio y Cleopatra; es la tragedia de la naturaleza no mala de por sí, pero irresponsable e inmadura, atrapada en las consecuencias de su propia acción. En toda edad y en toda civilización hay ejemplos de la misma cosa: la naturaleza amoral atrapada de pronto en la red inexorable de la moral −de la moral hecha no por el hombre, sino por la Naturaleza−, y obligada a sufrir las consecuencias de un acto que planeó a la ligera… Nuestras convenciones no son las mismas que Middleton asumió en su drama. Pero la posibilidad de ese terrible descubrimiento de la moral sigue siendo permanente.” T.S. Eliot (autor de la introducción)