John Donne escribió el Biathanatos en una época especialmente desgraciada de su vida en que el suicidio le tentaba, y entregó el manuscrito a un amigo pidiéndole que ni lo publicara ni lo quemara. En él Donne, además de formular sus reflexiones morales y teológicas, enumera a los diversos suicidas de la Biblia y de la antigüedad. En palabras de Jorge Luis Borges, Donne considera que el suicidio es una de las formas del homicidio. De igual manera que no todo homicida es un asesino, no todo suicida es culpable de pecado mortal. En efecto, tal es la tesis aparente del Biathanatos. El declarado fin del Biathanatos es paliar el suicidio; el fundamental, indicar que Cristo se suicidó. Murió de muerte voluntaria, sugiere Donne (Otras inquisiciones). Debido a que su tesis era blasfema, Donne nunca hizo público este tratado, publicado por su hijo en 1647 y que es el primer ensayo de la literatura moderna dedicado al suicidio.