Novela estática, de iniciación, en la que una sutil pátina de humor melancólico recorre de punta a punta una acción que se despliega como un juego de muñecas rusas, nos dibuja un paisaje de tono kafkiano en el que la realidad y la ficción se entrelazan en un personaje que vive, en el plúmbeo y denso ambiente dictatorial del estalinismo, la experiencia de escribir a contracorriente.