Lúcido y erudito, poseedor de un estilo tan arbitrario como incisivo, Guido Ceronetti recoge en El silencio del cuerpo sus reflexiones, lecturas e intuiciones sobre el cuerpo: una summa que no se priva de acudir a las más diversas fuentes (del Génesis al Newsweek ) ni de acoger a los personajes más diversos (de Hipócrates a Jack el Destripador) para ofrecernos una reflexión irónica, desapasionada y-digámoslo tal como es-sabia. Tan sabia que con frecuencia parece querer desnortarnos, ora con apostillas sagaces-La autoridad, dice Moses Mendelssohn, sólo puede humillar, no enseñar-, ora con aforismos sublimes: En estos orificios y cuchitriles que somos vive un rostro oculto que no se nos parece. Su lectura supone una revelación intemporal, con la densidad de la mejor literatura.