Marguerite Yourcenar , uno de los personajes públicos franceses más esquivos y celosos de su intimidad, recibió a Bernard Pívot en su refugio norteamericano de Mont Desert. La autora de las Memorias de Adriano y de Opus nigrum , habló pausadamente y sin tapujos en el que sería un documento de gran valor. «Me acusan de ser misógina; es una tontería, a menos de añadir inmediatamente que también soy misántropa.»