Después de diez años de silencio y severo alcoholismo, en 1979 Marguerite Duras resurge con un éxito clamoroso: El amante. Una ocasión única para conocer de cerca de uno de los fenómenos literarios más interesantes del siglo, uno de los pocos casos en que una obra concebida con la mayor exigencia estilística encuentra un amplio eco entre el público. «Yo no me ocupo del estilo, yo digo las cosas tal como me vienen, como me atacan, como me ciegan.»