Con este libro, trato de explicar y dar ha entender, que la mente es más flexible de lo que creemos y nos parece. Que ni es preciso, ni estamos obligados a pensar exactamente como se nos enseña, o a otras personas les parece, -en relación a los términos que se utilizan y utilizamos tales como “éxito o fracaso”-. Que todo es tan relativo, y existen tantas formas y posibilidades de ver y entender los términos que se adoptan como reales, como personas que existen y han existido en este mundo. Con ello, no quiero decir que se caiga en el absurdo de querer darle interpretaciones diferentes a lo que ya tiene nombres establecidos por la lengua que rige o está en uso en cualquier país. Por ejemplo: si a una piedra, se la llama y se la conoce como piedra, “ no tiene mas interpretación ”, sólo es eso, una piedra y nada más. Me refiero más, a los términos que son subjetivos. A los términos “de”, o que nos califican “de”. Con todo ello, no trato de modificar el lenguaje, o los adjetivos calificativos, o la semántica y el léxico de una lengua hablada o escrita, o el cómo se utilice. Más bien, intento explicar, el cómo y qué interpretamos cuando se nos llama, o se nos dice tal o cual cosa. El cómo lo tomamos; el cómo y el qué nos hace sentir lo que se nos ha llamado o se nos ha dicho. En definitiva, sólo se ofende, el que cree ser, o piensa que lo es lo que le han llamado o se le ha dicho.