Los Diálogos de Séneca son pieza clave no sólo para el conocimiento del estoicismo romano a mediados del siglo I d. C., sino también para adentrarnos en el complicado mundo de su autor, Séneca.Literariamente este serie de ensayos nos conserva muestras de géneros que de otra modo apenas estarían representados en latín; como las Consolationes, ofrecen tratamientos innovadores del género dialógico por comparación con su anterior representante en la literatura latina, Cicerón, confirmando así la vitalidad de una literatura que recrea el género sobre modelos existentes e incorpora elementos tomados a géneros tan populares como la diatriba. A través de estas páginas surgen ante nuestros ojos seres y situaciones de un amplio periodo: reinados de Calígula, de Claudio y de Nerón, período decisivo en la configuración del sistema político iniciado por Augusto. La figura de Séneca, comparable en muchos aspectos a la de Cicerón, ha pasado a la historia fundamentalmente como la de un filósofo circunstancialmente entregado a la política en una etapa del reinado de Nerón. Sin embargo, nada puede comprenderse de nuestro autor si no prestamos una atención equivalente a sus intereses políticos, filosóficos y literarios. Los Diálogos nos facilitan esa labor.