No abundan las personas verdaderamente alegres. Las calles, las casas, las oficinas y hasta los lugares de diversión están llenos de rostros amargados, tensos, apesadumbrados, tristes... La gente busca cada día, obsesivamente, “pasarlo bien”, pero escasamente logran migajas de pasatiempos frívolos y fugaces. Buscan donde nunca encontrarán. En estos breves mensajes te propongo algunos motivos para tu alegría. A pesar de todas las maldades y desgracias, TODAVÍA ES POSIBLE LA ALEGRIA.