La vida de un escritor es a menudo menos segura de lo que sugiere el título de este libro. Cierto que los artículos que lo componen fueron apareciendo cada semana en el más hospitalario de los periódicos, o mejor dicho, en el rincón más hospitalario de unos cuantos periódicos españoles, al frente de los cuales está La Vanguardia, de Barcelona, que es quien le dio el nombre de Magazine. Pero todo ellos se escribieron en la soledad más completa, y a veces, en absoluta minoría. La mecánica de la confección de esta pequeña, ordenada y colorista revista dominical obliga a que los colaboradores entreguemos nuestra página con tres semanas de antelación a su publicación. La evidente actualidad que muchos de esos artículos tenían cuando fueron escritos, la pierden el día que se publican, bien porque entre el momento de ser escritos y el de ser publicados haya ocurrido algo más importante que ha centrado la atención de la gente, bien porque en tres semanas el enfoque que se le ha dado a ciertos asuntos ha quedado anticuado y capitidisminuido.