El problema de la violencia doméstica hasta hace pocas décadas había sido ignorado por la sociedad y por las Instituciones públicas. Sin embargo, en la actualidad, se ha producido un cambio radical. Todos los sectores -sociales, administrativos, sanitarios y jurídicos- muestran un especial interés por este tema y tratan de aportar alguna posible solución para intentar eliminarla. De hecho, para combatir la violencia en el ámbito familiar es preciso una intervención coordinada de todos esos sectores. La violencia doméstica, generalmente, se identifica con la violencia ejercida sobre la mujer. Sin embargo, el concepto de violencia contra la mujer es más amplio, pues incluye cualquier acto de violencia basado en el sexo, que de lugar, o pueda dar lugar, a un perjuicio o sufrimiento fisico, sexual o psicológico de las mujeres, incluidas las amenazas de tales actos, la coerción o las privaciones arbitrarias de libertad, ya ocurran en la vida pública o privada.