[...] Me ocupo en este libro de autores a los que me siento especialmente vinculado por el afecto que me inspiran como personas (no lo niego), o por la admiración confesada hacia sus obras. Esa admiración es la que mejor explica la génesis de los textos que aquí se dan cita, porque movido de ella, y aun a riesgo de no ser lo suficientemente distante o imparcial, siempre me sentí absolutamente libre al anunciar, a mi modo, la alegría de un nuevo libro o al experimentar la emoción de acudir al encuentro, en el que se debatía sobre una poética hermana, una poética con la que me puedo sentir identificado sin hacer demasiados esfuerzos. Quizá esta proximidad me otorgue algún merecimiento a la hora de hablar de Poetas del sur a los que he seguido tan de cerca, con los que he viajado, discutido, proyectado posibles e imposibles, y compartido, en definitiva, esta noble pasión común por la vida y la Literatura. [...]