El karma (para hacer, acción u obra) tiene una base real y a lo largo de la historia los videntes de la India lo inmortalizaron en el Veda, aunque sufrió mala prensa cuando los misioneros europeos lo empequeñecieron denominándolo como destino y fatalismo. Hoy, los hallazgos demuestran que se trata de algo sutil y que abarca todos los principios que gobiernan el universo, involucrando por ello las experiencias del hombre, tal y como la fuerza de gravedad atrae a todos los seres. El karma siempre ha estado y está aquí, con toda su fuerza, incluso cuando las personas no lo comprendan ni crean en ello.