En palabras del poeta Pelayo Fueyo, Contraterceros, de Guillermo del Pozo, se debate entre dos conceptos duros del sentimiento ante la ausencia de la mujer amada y el juego imaginativo que parte de lo cotidiano donde, desde un talante positivo de gozo múltiple, se recupera a ésta en todas sus manifestaciones. Es un libro, pues, que deleitará a los que creen en la fuerza del amor sin mediaciones. Sobre él, nos dice el escritor Pepe Monteserín: Tengo el poemario orginal de Guillermo. Me lo envió sin nombre, sin firmar, paginado de forma caótica o críptica (1, 4, 2, 33, 8...), sin título, sin encuadernar, acaso incompleto, inconfundible. Doblados por la mitad, en tinta viva, encajé sus folios deslomados entre Ezra Pound y Pedro Prado. Poemas sin tapa ni tapujos, libre metáfora al viento, reconozco a Guillermo en cada verso, en sus inefables espacios en blanco y hasta en los poemas que faltan.