Su interés está en que, aparte de ser una pieza espiritual preciosa de nuestro Siglo de Oro, es el único libro que escribió San Juan de Ávila y en él expone de forma orgánica las líneas esenciales de su doctrina espiritual. El libro es una exposición de su pensamiento sobre la vida espiritual, hecha al ritmo de este versículo y del siguiente: Escucha, hija y mira, e inclina tu oído y olvida tu pueblo y la casa paterna y codiciará el rey tu hermosura.