Lacan es presentado a menudo como lector y continuador de Freud. Habría partido de una adquisición teórica y práctica y habría llevado un poco más lejos, desplazando y rectificando conceptos de acuerdo con sus descubrimientos, prosiguiendo el trabajo del fundador del psicoanálisis. En un nivel de generalidad esta presentación puede no ser inexacta, pero no capta nada del trabajo real n de los recorridos, ciertamente más tortuosos, de las elaboraciones lacanianas. Si se procede a un estudio histórico, por el contrario, se advierte que Lacan comienza por plantearse una serie de cuestiones teóricas nuevas no a partir del psicoanálisis sino a partir de la psiquiatría y la filosofía. Son esas las cuestiones que lo llevan rápidamente a buscar y a encontrar en la obra de Freud elementos para su propio desenvolvimiento. Lacan se ha planteado un problema, el del sujeto, y este libro trata ante todo de la elaboración de ese concepto. Las posiciones que adopta entonces, mucho antes de ser tan conocidas como lo son hoy, anticipan los debates actuales sobre la especificidad de la causalidad psíquica.