Michael Moorcok, rechazando las disputas de límites, recobra en estos cuatro volúmenes una vitalidad y una amplitud proteicas, que pudieran llamarse dickensianas si no pertenecieran tan por completo a nuestro tiempo volátil. En verdad, ninguna obra reciente de ficción ha manejado mejor las contingencias vertiginosas de la imaginación de medio siglo que esta brava arlequinada de juegos de identidad, realidades falsificadas, historia paródica, y un pobre y ordinario apocalipsis. El autor ha creado una figura capaz de moverse a través de las versiones míticas de los problemas de hoy, sin intentar situarlas o situarse a sí mismo en contextos simplificados. Una ficción semejante, en un mundo de imaginación escasa, es un don necesario. Encuadernación: Rústica.