Francisco Maure Pérez nos traslada en sus primeros cuentos, llenos de fantasía e ilusión infantil, hasta el mágico mundo marino en el que Fernando navega en la boca de un pez enorme de un continente a otro y busca el modo de combatir a un gigante que tiene aterrorizado a un pequeño pueblo en la costa. En otro de sus cuentos, el sueño de un niño que desea tener una bicicleta, se hace realidad de la mano de su ángel de la guarda, que le regala una bicicleta mágica que será la envidia de los niños de su barrio. La imaginación del autor se desborda en El niño del cuadro, que es capaz de cobrar vida y salir del cuadro para jugar con un niño que visita el museo. Más tarde nos describe la historia de una familia de conejos que bailan y cantan para la televisión. Finaliza con el fantástico cuento de El mago de humo, que antes de ser mago fue un pirata condenado a morir en la hoguera por fumar puros. En sus cuentos el autor pone todo el sentimiento y la ilusión en manos de los niños que se acerquen a su lectura, vislumbrándose la sombra infantil que surge de su interior.