Serenamente María Victoria Atencia ha ido alzando desde Málaga el hermoso edificio de su poesía, y Compás binario recoge quizás la parte última y más alta de esa edificación, impresa de modo casi habitual en ediciones que, por su limitado número, aunque de un cuidado extremo, apenas la mostraban a un reducido círculo ferviente. Apasionada del vuelo (es piloto de aviación) y de la lectura, María Victoria Atencia incorpora a su poesía un paisaje que pudiera creerse ajeno a su entorno más próximo, y ella misma ha sido repetidamente traductora y traducida.