En Estados Unidos es común andar a la busca de certezas: queremos conocer los hechos, todos; entender las cosas, correctamente; avanzar confiados con la seguridad de que tenemos todo bajo control. Don DeLillo nos muestra un panorama distinto. En los mundos de sus obras de teatro y de sus novelas reinan la incertitumbre, las ambigüedades siniestras y la realidad tiene más de una capa. Una elusividad del sentido de las experiencias vividas invade el corazón de sus personajes. Armado a la vez de una filosofía existencial y de una astucia cultural, hurga en la psique estadounidense, penetrando bajo nuestra piel como ningún otro escritor.