Estas notas, apuntes o piezas breves, están escritas en el lapso de tiempo comprendido entre las vísperas de los bombardeos de Belgrado, en la primavera de 1999, y cuando Milosevic ya se encuentra sentado ante el Tribunal Internacional de La Haya,unos dos años más tarde. Aunque escritos con los elementos de un diario (observaciones cotidianas, reflexiones políticas, sentimientos íntimos), la verdadera finalidad de estos apuntes es más terapeútica: un modo de no perder el horizonte, de mantener en pie el propio compromiso y de conjurar una situación que muchos serbios padecieron antes que nadie, algo que en Occidente olvidamos con frecuencia y terquedad.