La novela presenta un abundante universo de personas fracasadas, mas, por encima de la original peripecia argumental, el lector disfrutará del rico estilo, preciso, innovador y cargado de humor de Albero , una auténtica delicia y un descubrimiento. La novela ha sido traducida al francés en la editorial Actes Sud (2006) y al italiano en la editorial Gran Vía. En su segundo libro, Cruces, de nuevo brilla la riqueza verbal y el humor del autor, quien, para esta ocasión, se ha inventado el heterónimo de Gabriel Lumeo. Los Cruces , como nos explica Lumeo, consisten en relatos que contienen dos historias, las cuales, leídas de esta manera cruzada, descubren un significado nuevo y sugestivo. Con esta técnica, de un virtuosismo particular, Albero da rienda suelta a su habitual brillantez verbal para ofrecernos una buena cantidad de historias intrigantes, divertidas y muy sugerentes (a veces desasosegantes).