Quiero que nada te confunda si vuelves a amarme. Ni un tibio despertar, ni el rencor callado de unos labios. Sólo pretendo volverme tuyo para respirar de tu aire. Sediento buscarte como vino del deseo que me sacie para que seas otra vez en mis venas río de pasión donde sólo morir será hallar salvación en su naufragio.