Sayonara está compuesto por una serie de relatos de mayor o menor longitud, en función de su contenido. Algunos, como los que abren el libro, incluso pueden componer una mini-saga pseudo autobiográfica. En ellos, predominan, como en casi toda la obra del autor, un humor esencialmente irónico, y con frecuencia surrealista, llegando a disparatado. En algunas ocasiones, sin embargo, se puede leer entre líneas algo que va más allá de los explícito, siendo frecuentes los toques de tipo intelectual o sentimental que dan al conjunto un cariz singular, que lo aleja definitivamente de lo que pudiera considerarse como un simple popurrí.