En esta novela se reconstruyen las jornadas previas a la entrada de las tropas nazis en París a través de la mirada de un joven exiliado español que, con un amigo ciego escritor en decadencia se mete en todos los líos imaginables. Se trata sobre todo de un momento de confusión, en el que muchos habitantes de París abandonan precipitadamente la ciudad, en el que la policía ha bajado la guardia a la espera del desarrollo de los acontecimientos, y en el que tanto los pequeños delincuentes como los agentes secretos tienen más trabajo del que pueden llevar a cabo. El encuentro de los protagonistas con una misteriosa joven extranjera los pone en el punto de mira de la policía local y del servicio de contraespionaje. El sentido del humor, la ironía, las citas literarias, el ritmo vivo y una escritura precisa y elaborada marcan una novela desenfadada y muy bien construida.