Al Faro es unánimamente considerada, junto con Ulises de Joyce, la obra que cambió definitivamente el rumbo de la literatura occidental. Y, naturalmente, también en la producción de Woolf es un texto clave, una novela emblemática donde la autora explora su propio pasado familiar y vuelca aquellos interrogantes que siempre la inquietaron: la razón de la vida, el beneficio o la inutilidad de alcanzar una meta y la inevitable muerte.