A mi primo Down le encantan las margaritas azules y para dormir cuenta flores. Yo creo que es chino, aunque mamá dice que no, y se enfada si le llamo Down. No entiende que él lo prefiere a esa ridiculez de Guille. Los mayores son raros, tan raros, que la tío Serafín se le ha caído un tornillo de la cabeza.