Se cree que, dentro de las estructuras del cuento el niño contempla el entramado de su propia imaginación y, a la vez, lo amplía construyéndose un instrumento indispensable para el conocimiento y dominio de la realidad. Leer o escuchar un cuento constituye un entreno. El cuento tiene por sí mismo la seriedad y verdad del juego; le sirve al niño para medirse, para esforzarse, para conocerse. GIANNI RODARI