Después del éxito de Enigmas sin resolver se hacía necesaria la publicación de esta continuación, donde se recogen auténticos Expedientes X aún más sorprendentes, si cabe, que los anteriores. Sirvan como ejemplos los llamados Fuegos de Laroya, pequeña localidad almeriense en donde, en 1945, más de trescientas personas, animales y enseres, aterrorizaron a la población, sin que la Guardia Civil y los científicos encontraran ninguna explicación, o el enigmático caso del llamado Duende de Zaragoza, una tenebrosa voz que surgía en una vivienda y que motivó la primera investigación oficial sobre misterios en España, llegando a copar la portada de The Times.