Dónde nace de la voluntad de mirar. Para mirar verdaderamente, hay que permitir que hablen las cosas y escucharlas. Unas veces relatan su historia, otras cantan la belleza del mundo, su alegría y su desolación. Cada poema, en Dónde, se transforma en búsqueda y en canción, un lugar donde sentir el peso de la vida y, al mismo tiempo, celebrarla.