En Destrucción de la mañana , Fonollosa establece una ecuación terrible: He vivido equivale a afirmar He fracasado, palabras válidas para resumir la condición humana en general y, específicamente, el esfuerzo de quienes pretenden salvarse del anonimato y la soledad construyendo una obra literaria o artística. José Ángel Cilleruelo, en su edición de Destrucción de la mañana , recoge tres cartas de Fonollosa, valiosísimas para conocer al hombre y al poeta, y también las razones de su incomprensión hacia su obra por la sociedad de su época.