Este es el relato, lúcido y optimista, de quien, con más de noventa años, recuerda sus experiencias, tan intensas como dispares. Desde la caída del Imperio autro-húngaro hasta sus combates aéreos sobre el frente ruso, como piloto de caza de la Aviación Húngara y desde sus actividades como agente de la British Petroleum hasta las tareas caritativas de la Orden de Malta cuyo representante diplomático en Madrid ha sido el autor durante muchos años.