VENDIDO como si de una milagrosa panacea se tratara, el tónico Tono-Bungay es un líquido sin ningún efecto positivo. George, que ayuda a su tío a vender la inocua medicina, ve con sorpresa el éxito del brebaje. Pronto Tono-Bungay se convierte en fuente de fortuna al tiempo que la sociedad británica se convence de sus milagrosos efectos gracias a una publicidad bien orquestada y una credulidad impropia de principios del s. XX. En su condición de nuevo rico, George descubrirá que la pertenencia a una clase o a otra no depende del dinero.