Sus mundos no podían ser más diferentes, ni su relación más complicada. La mejor manera de seguir adelante será aprendiendo a amar, a reír y a arriesgarse a vivir... Conozco tu mundo, sí dijo ella y no sabes cuánto lo odio... exceptuándote a ti. Vayamos pasito a paso propuso él con sensatez. Pero Coco temía que tuvieran los días contados. No quería atarse emocionalmente para sentirse luego destrozada cuando él tuviera que regresar a su mundo, como sin duda había de ocurrir. Lo de ahora era solo una fantasía, un sueño. Ella lo deseaba tanto como él y quería creer que los sueños pueden hacerse realidad.