Una cómica parábola sobre la similitud entre simios y humanos. Desde que llegó a casa ha sido una hija más para la familia Archibald. Pero cuando esta mona que sabe conversar, que conoce el lenguaje de los signos y tiene sentido del humor, llega a la pubertad y, con esta, a experimentar los primeros deseos sexuales, comienzan los problemas. Porque a Jennie no le gustan los monos que le traen como pretendientes, sino los humanos. Se rescata así la primera novela de Douglas Preston , un encantador e inteligente relato donde ciencia y aventura se dan la mano.