Existen instrumentos malditos capaces de atraer las desgracias más funestas a quienes los tocan. Aquella música podía matar. Y ella lo sabía... La concertista de violín Ane Larrazábal, estrella rutilante de la música clásica, aparece estrangulada en el Auditorio Nacional de Madrid despues de haber interpretado el Capriccio nº 24 de Paganini, probablemente la obra más difícil jamás compuesta para violín. El asesino ha dejado escrita en su pecho, con sangre de la propia víctima, la palabra Iblis , que significa diablo en árabe. Su instrumento, un violín Stradivarius que tiene tallada en la voluta la cabeza un demonio, ha desaparecido misteriosamente. Raúl Perdomo, uno de los investigadores más hábiles de la policía, deberá descubrir la identidad del asesino y la escalofriante relación entre el crimen y la macabra muerte de Paganini hace casi dos siglos. Despues del exito internacional de su primera novela, La Decima Sinfonía , publicada en más de quince países, Joseph Gelinek vuelve a utilizar sus amplios conocimientos musicales al servicio de un nuevo thriller trepidante y adictivo. Reseña: Una novela diabólicamente absorbente. Diario de Mallorca