Del lenguaje a la política de la identidad, pasando por los mitos fundacionales del independentismo, sus utopías contradictorias o la dureza del encontronazo con la realidad, Daniel Gascón analiza un fenómeno que ha traído de regreso amenazas que creíamos superadas -la discusión por las fronteras, el conflicto etnico, la posibilidad de la violencia-, y que muestra las fragilidades y fortalezas de nuestra democracia. La deriva ilegal del independentismo catalán es el mayor desafío al que se ha enfrentado la democracia española contemporánea. Un fenómeno local pero tambien global: puso en cuestión nuestra forma de convivencia, mostró una tentativa de repliegue en un mundo cada vez más interconectado, explotó la confusión entre hechos y opiniones, y empleó sin escrºpulos la mentira y la manipulación. Un proceso inedito que podría considerarse incluso un curso de política en tiempo real, un experimento donde se enfrentan dos concepciones de la democracia: una liberal pluralista, la otra iliberal y plebiscitaria. El proces combina el enfasis en una identidad ºnica con la percepción de que España es un proyecto agotado, el imaginario kitsch del nacionalismo con una apuesta aparentemente hiperdemocrática, l
