Judy Garland canta un hermoso imposible en El Mago de Oz. Sueña con volar y alcanzar cotas de libertad, que jamás le impidan llegar más allá del arco iris. En este caso, el semicírculo de colores que curva el cielo no es el resultado hermoso de una tormenta de verano; más bien, este texto dramático revela un tormento del alma de sus personajes, demasiado expuestas a las vejaciones y humillaciones de los que consideramos diferentes. ARCOIRIS es un espacio- un gueto, más bien-, que revive cuando cae la noche, y muere avergonzado en cuanto presiente la primera luz del día. ARCOIRIS es la guarida de cinco personajes- homosexuales, claro-, que intentan pintar de colores, el negro ciego de un cuarto oscuro. ARCOIRIS es el hogar prestado de cinco personajes que han estado demasiado tiempo viviendo en la oscuridad, que su propia condición les impuso, para que hoy, y sin más, les anuncien que son normales y que hasta puedan ser vistos a plena luz del día; como si la ceguera de tanta vida en penumbra, pudiera desaparecer con ese otro arco iris que es un espejismo, tras la lluvia. ARCOIRIS encierra cinco personajes que buscarán la esperanza- o no- para querer la libertad, o escapar de ella. Las leyes se promulgan. Otras cuestiones son que los colores del arco iris les lleguen.