Zeng Ling’er, la protagonista de esta novela, toma un tren que la llevará a la ciudad de E, de donde fue expulsada cuando era estudiante universitaria, acusada por haber escrito un cartel crítico durante la Campaña antiderechista de 1956. Durante el trayecto en tren acuden a su memoria episodios de veinte años de pobreza y vejaciones sufridas en la miserable aldea fronteriza adonde se le condenó al exilio, donde los recuerdos de las arduas labores en el campo y el desprecio de la gente por ser madre soltera se entretejen con la compañía de su pequeño hijo Tao Tao y las complicadas operaciones matemáticas realizadas en la noche.