Macbeth se erige por méritos propios como una de las grandes tragedias de Shakespeare. Podríamos decir que el conjuro mágico de Shakespeare se basa en crear historias inolvidables que desnudan el alma humana, por eso siguen siendo disfrutadas por el público de cualquier época y resultan tan de actualidad, más de cuatrocientos años después de haber sido escritas y representadas por primera vez. Macbeth cuenta con todos los elementos para configurar una apasionante historia épica: ambición desmedida por el poder, guerras, brujas, fantasmas, engaños, traiciones y muchos asesinatos. Nos relata cómo la perspectiva de llegar a lo más alto convierte a un hombre aparentemente noble en un tirano sanguinario y cómo esa maldad acaba conduciendo a la perdición, la paranoia y la locura.