En su primera intervención en la televisión Al Jazira de Qatar, Osama Bin Laden ofreció indicaciones sobre la situación histórica del islam. Al evocar ochenta años de humillación de los pueblos musulmanes, hacía alusión, evidentemente, al fin del imperio otomano y del califato. Remitía también al sometimiento de Oriente Próximo por parte de Occidente (Siria, Palestina, Irak, Jordania, Líbano) que marca el fin de la unidad de un mundo.